El Futbol y la Administración de Justicia

 

Nada más que ayer concluyó uno de los eventos deportivos más trascendentes del mundo, y quizás el de mayor audiencia. Las disputas futbolísticas desarrolladas en el marco de la Copa Mundial de Futbol en instalaciones con capacidad para albergar hasta setenta mil espectadores, se trasmitieron por televisión a todo el mudo.-

 

Los encuentros de futbol, no son otra cosa que, el enfrentamiento entre dos partes que mediante el ejercicio de sus respectivas destrezas y habilidades, pretenden el triunfo. Durante su desarrollo, un tercer protagonista, cuya participación es  la menos relevante (o por lo menos debiera serlo), se limita nada más que a controlar que la disputa se desarrolle dentro de los márgenes establecidos por los reglamentos, ejerciendo su autoridad para sancionar faltas e “imponer justicia”. Se llaman Arbitros.-

 

En los procesos judiciales, las reglas no son muy distintas. En estos se enfrentan dos partes, que procuran un resultado favorable para sus intereses, ante un tercero que dirige el debate, y ejerce su autoridad para “imponer justicia”, decidiendo la suerte del conflicto. Se llama Juez.-

 

Aunque ambos enfrentamientos se desarrollan con reglas similares, sus realidades son sustancialmente distintas, mientras el futbol es un evento público, los juicios son acontecimientos de publicidad limitada, en que se desarrollan etapas en el más absoluto secreto.-

 

La publicidad de los juicios, y de las demás actividades humanas, constituye garantía de seguridad y justicia, y sin embargo en nuestro país, solo podemos seguir, desde la comunidad de nuestros hogares, un encuentro de futbol, pero está lejos de nuestro alcance observar el desarrollo de un juicio.-

 

En otros países, similares al nuestro, la Justicia cuenta con canales televisivos convencionales, e inclusive transmiten por internet, diariamente, en vivo o en diferido, juicios, cuando menos, los más relevantes, conforme la disponibilidad de tiempo. Lejos de nuestras posibilidades está observar y controlar el modo en que nuestros Jueces conducen un proceso, y administran justicia en nombre de la “República del Paraguay”.-

 

La sociedad Mexicana tiene la suerte de ver por televisión, hasta las deliberaciones de la Suprema Corte de la Nación, en Sesión Plenaria, mientras en el Paraguay, el canal de televisión del Poder Judicial, o “TV Justicia” (se emite por internet y funciona desde fines de año pasado) se limita a emitir contenidos de publicitarios de actividades institucionales.-

 

Juicios y audiencias orales, importantes y de interés para la sociedad, no se transmiten por “TV Justicia, y por ello, la sociedad no hubiera podido acceder a las imágenes de la agresión protagonizada por Alcides Oviedo Britez al Juez de la causa en la que está procesado, de no ser por la precaria filmación que uno de los asistentes logró, mediante la utilización de su teléfono celular.-

 

Todos los días se celebran juicios y audiencias de casos que son de interés de la sociedad, de secuestros, homicidios y robos. Solo sus resultados son puestos a conocimiento de la sociedad, lo que deja profundas dudas respecto a la justicia de las decisiones.-

 

La sociedad necesita controlar la función de sus Jueces, y tener la posibilidad de ver el desempeño de estos, del mismo modo que observa, controla, aprueba o condena la actuación de los Árbitros de Futbol, para superar la profunda desconfianza que le merece el Poder Juncial.-

 

La publicidad de los actos de la justicia, permitirá el control social de sus Magistrados quienes no asisten a audiencias, o de aquellos que abandonan su condición de imparciales, para beneficiar indebidamente a alguna de las partes en conflicto.-

 

La realidad de hoy es absolutamente distinta, los Jueces se conducen el modo que mejor les plazca, sin ningún respeto a las “reglas de juego”. Son reacios a la publicidad de sus actos, y para garantizar la impunidad de sus arbitrariedades, hasta prohíben la filmación o grabación de audio de Juicios y Audiencias, y así seguir transitando por nuestras calles sin recibir el reclamo ciudadano, mientras un Árbitro de Futbol no puede ir siquiera al supermercado después de cobrar un penal inexistente, anular un gol legítimo, expulsar indebidamente a un jugador o dejar pasar una infracción evidente -

 

El pensador y filósofo inglés Jeremías Bentham (1748-1832) afirmaba hace más de doscientos años que “…La publicidad es también una garantía para la regularidad del proceso en tanto resulta el sistema más eficaz para el contralor de la adecuada fundamentación y razonamiento de las decisiones judiciales…”, y poco después Voltaire (1694-1778), con profunda  agudeza se preguntaba: “¿De verdad el secreto conviene a la justicia? ¿No debiera ser solo propio del delito esconderse?”. Inexplicablemente, a pesar del tiempo transcurrido, esta pregunta, sigue sin respuesta.-

 

Jorge Rubén Vasconsellos